jueves, 22 de noviembre de 2018

Quinta Torre Arias (Madrid)


Parque de Torre Arias.

Desde hace un par de años (2016), los madrileños podemos contar con otro parque de recreo, pero con ciertas características de huerto urbano que merece la pena conocer. La Quinta Torre-Arias perteneció a la aristocracia madrileña como muchos otros parques de la capital, pero afortunadamente hoy es de uso público. Es posible encontrar en sus jardines más de 50 especies de árboles, entre los que destaca una inmensa y singular encina de más de 300 años. Es un parque agradable de pasear y dispone de diversos elementos de madera que, seguramente, despertarán la atención de los más pequeños, como un par de visitantes fijos (muñecos de nieve realizados en madera) ataviados con sombrero y bufanda, e incluso con su nariz de zanahoria. También pueden buscar un divertido hotel para insectos, un inmenso boletus que permanece inalterable a los pequeños gusanos, un tortuga incapaz de bajar del tronco al que se ha subido, o un curioso búho que no apartará su insistente mirada aunque le visites de día. También pueden jugar a descifrar la hora que marca el reloj de sol que hay en el parque y saber si aún les queda tiempo para montarse en un pequeño tren que parece donado por la familia Picapiedra y realizar en él un viaje imaginario. Además de su aspecto lúdico y recreativo, el parque nos muestra un sinfín de plantas ornamentales y aromáticas  y productos de la huerta con los que aprender ya que este parque es un punto de obtención de semillas para los huertos urbanos de la capital. Cuando los visitantes se marchan y el parque queda desierto, es cuidado por una divertida y sonriente espantapájara que nos recuerda que además de las plantas y los jardines, sobre todo, debemos respetar a nuestros semejantes.


Quinta Torre Arias (Madrid)

jueves, 1 de noviembre de 2018

Desert City, el pequeño desierto de Madrid.

A las afueras de Madrid en el kilómetro 25 de la Nacional I, se encuentra Desert City, un jardín botánico e invernadero, que es además, un centro de investigación, desarrollo y divulgación sobre las características de las plantas xerofíticas y los paisajes desérticos de los cinco continentes. Fue inaugurado en abril de 2017 y es un buen ejemplo de negocio que combina el buen gusto, el trato agradable, y una oferta singular con el respeto al medio ambiente, el cuidado del entorno y el trabajo para lograr un mundo más sostenible.

Desert City, jardín exterior.

El vivero biotecnológico está especializado en las plantas que se desarrollan en los entornos desérticos de la Tierra. El jardín exterior tiene un diseño muy cuidado. Además de recorrerlo libremente, los fines de semana es posible realizarlo en visita guiada (gratuita). El vivero interior está muy bien organizado por continentes y características de las plantas, siendo su recorrido muy didáctico. Las plantas vienen acompañadas de una ficha muy completa sobre sus características y necesidades. La información tiene un lenguaje muy cercano y es sencilla de entender. Además, los niños pueden realizar durante el recorrido una actividad didáctica muy amena que fomenta su espíritu investigador y les permite aprender diferentes aspectos sobre el mundo de las plantas.
Desert City, es un buen lugar para disfrutar de unos jardines con un diseño muy cuidado, conocer el mundo de las plantas de los diferentes desiertos y sensibilizarse y aprender para lograr un mundo más sostenible.


Desert City (Madrid)
Desert City, (álbum de fotos).

viernes, 19 de octubre de 2018

ARCO 2018, Feria de Arte de Madrid



Hacía tiempo que no iba a ARCO, la feria de arte contemporáneo de Madrid. La última vez había salido con una cierta desazón al no saber distinguir en muchas ocasiones, entre basura y arte, además del alto precio de la entrada. Esta vez, aprovechando que venía de París mi amiga TACHA, con su alma de artista, hemos he vuelto al evento para encontrarme allí con ella. Perdona TACHA, ya sé que me habías dicho que no podía utilizar la palabra basura para definir algunas de las obras encontradas en ARCO pero, te prometo, que en esta ocasión su significado no tiene un sentido estrictamente conceptual y despectivo, sino que la he puesto, porque es el término que utiliza Pedro Cabrita Reis, artista presente en la feria, con respecto a los materiales que componen algunas de sus obras: “una parte importante de mi trabajo consiste en construir el mundo a través del uso de objetos abandonados, que no inanimados. Trabajo como un recolector. Soy vanidoso y arrogante, pero en el trabajo me agrada esperar al final de la cola y recoger los desperdicios de los demás. La basura viene cargadísima de miradas” (Babelia 25/07/2016). Pedro Cabrita, les da a los objetos una segunda oportunidad y una visión distinta a los demás, como muchos otros autores presentes en la feria. Pero si Javier Martín Barrio, periodista que entrevistó a Pedro Cabrita en su taller de arte, dudaba si dar una patada a un neumático que resultó ser San Sebastián en el Purgatorio y no sabía si el destino de la taza con posos de café que había en el taller era acabar bajo la pila o en el MOMA de Nueva York, ahora me encuentro algo más aliviado con mis dudas, por no haber elegido en la carrera la especialidad de arte. Hoy en ARCO, cualquier proceso, idea, técnica compositiva, soporte, reivindicación, reutilización de materiales, estudio, movimiento, reorganización de espacios, o una habitación desordenada, un collage, un melange, o porqué no, un corolario de fenómenos siguiendo una determinada secuencia, puede llegar a ser considerado una obra de arte. También hay manifestaciones de arte vivo, en la que la persona que forma parte de la obra, abandona ésta por un instante para atender otras necesidades ineludibles a todo ser humano, dejando la obra incomprensible en ese momento, o simplemente en un intermezzo


ARCO 2018, Feria de arte de Madrid 

Hoy, en la mayoría de las sociedades afortunadamente, la función del arte (en cualquiera de sus manifestaciones) ya no está supeditada a la glorificación de lo divino o el culto al poder y goza de un amplísimo espacio de creatividad. En ese sentido, la relación entre el arte y la sociedad es enormemente abierta y, por ello, casi todo es posible: la obra maestra, la genialidad, la crítica social, lo rompedor, pero también lo fácil, lo extravagante y lo kitsch. 

Jaime Pitarch - Tournesols (1)

Hoy, la fórmula del éxito o del reconocimiento de una obra de arte es algo compleja y está sujeta a la intervención de diferentes variables: idea, oportunidad (u oportunismo, dicho en el sentido de tener la habilidad de aprovechar las oportunidades), complicación técnica, genialidad y firma (o nombre). Todos estos factores pueden sumarse entre sí para lograr el éxito. No importa que en algún momento alguno o varios de ellos tengan valor cero ya que la suma de los demás pueden inducir a un buen resultado comercial.



Juan Cossio - Red Wave (1)
Juan Cossio "Red Wave"

En esta nueva relación, puede que ya no se hable de la iluminación o de la gama de grises de una determinada fotografía, o de la técnica pictórica de un cuadro, o de su valor artístico, o de su dificultad técnica, o de su originalidad, ya que también tienen relevancia otros factores como el carácter crítico, la denuncia social, la provocación o la extravagancia. Un ejemplo, es lo ocurrido en este ARCO 2018, en el que una obra puede acaparar todos los titulares debido a una desafortunada objeción a que sea expuesta, como la obra de Santiago Sierra “Presos Políticos en la España Contemporánea”. Esa mala recomendación y un cierto grado de oportunismo han garantizado su éxito comercial. La pared se quedó vacía y algunos especularon con darle un cierto valor artístico y conceptual considerándola como el ejemplo del reconocimiento internacional al procés”, o el resultado de la censura, pero lo cierto es que el espacio en ARCO es caro y, horror vacui, otras obras vinieron a ocupar su lugar. Lo dicho, en ARCO hay mucho arte, y también basura (artística... o no), oportunismo y oportunidades, ideas muy bien plasmadas y otras de muy dudosa interpretación, grandes figuras y figurantes, buenas y malas obras, pero es un gran escaparate de nuestra sociedad, la vida misma. Volveré.

Billy Elliot (El Musical)



Después de su exitoso paso por el West End londinense, el Broadway neoyorquino y otras muchas ciudades, ha llegado al teatro Alcalá de Madrid el musical Billy Elliot, una excelente adaptación a los escenarios, de la película homónima y Opera prima del director Stephen Daldry, sobre un guion de Lee Hall. El musical cuenta con la letra del mismo guionista de la película Lee Hall, y con la música de Elton John.

La trama se desarrolla durante la huelga de los mineros en los años 1984 y 1985 en la Inglaterra de Margaret Thatcher. La política de reajuste económico de la “Dama de Hierro” produjo el cierre de muchas empresas y las principales minas de carbón del norte de Inglaterra, provocando un profundo drama en muchas familias y originando un grave conflicto social. Pero el drama y los períodos de crisis, ya sean personales o no, han sido siempre una fuente inagotable para las artes como lo son la literatura, la música o el cine, como ocurre en este caso. Billy Elliot, no fue el único ejemplo inspirado dentro de este período del Tacherismo, sino que fue otra muestra del buen hacer de algunos realizadores, como lo fueron Mark Herman con Tocando al viento, en (1996) y Peter Cattaneo con Full Monty en (1997). Pero si bien en esta última, el paro obligó a la parodia, los otros dos films tenían en común el cierre de la mina y la música. En la película de Herman, (Tocando Al Viento) la música será un escape, un motivo que permite a los mineros mantener la dignidad; mientras, en Billy Elliot la música forma parte de los sueños de un niño y de su deseo irrefrenable de bailar.

            La madre ausente, la falta de recursos económicos, el fracaso de los adultos y la fuerza de la costumbre que obliga a seguir los mismos pasos de aquellos que le precedieron, envuelven el mundo de Billy. Pero esa realidad, puede impedir a un niño de 11 años realizar sus sueños, pero no arrebatárselos. Por eso, cuando Billy baila, se siente libre, su cuerpo se transforma y se vuelve ligero y el espacio en el que se mueve adquiere otra dimensión. Sin embargo, los diferentes intereses de los adultos, sus frustraciones y sus fracasos se convertirán en una presión insoportable para el mundo infantil de Billy, que Stephen Daldry mostró con maestría en la película y que han sido transmitidos con el mismo acierto y emoción al escenario del musical. Así, mientras los adultos discuten sobre su futuro, Billy baila desesperadamente en un espacio minúsculo e inmundo hasta que sus propios pasos de baile le arrastren por toda la ciudad. En este sentido, Billy Elliot, trata de personas que no deciden sobre su futuro, cuyo horizonte se ha visto circunscrito al reducido entorno en el que lograr su sustento y que no han tenido razones para ir más allá “donde no había minas”, pero que son gentes luchadoras, sensibles a los sentimientos de los demás y portadoras de una profunda solidaridad.

No resulta dada fácil adaptar los distintos ambientes en los que se desarrolla la película de Billy Elliot: la casa, la mina, el gimnasio o las pruebas de admisión para el Royal Ballet a un solo escenario teatral y, sin embargo, la puesta en escena es auténticamente genial. Además, la realización de una obra de estas características que combina la participación de bailarines, actores y cantantes, niños y adultos es un auténtico reto, debido a la corta edad de muchos de los participantes. Gracias por asumir el riesgo y muchas felicidades por el resultado.

Cementerio de Valencia

    Igual tienes suerte si es un ángel el que te abre la última puerta, o quizás prefieras descansar bajo la carpa de un circo si esta fue tu pasión. Lo que sí es seguro es que una vez allí no podrás escapar, como quizás lo sugiera alguna que otra tumba. Sin embargo la paz la tienes asegurada.

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El ángel de la muerte te abre la última puerta.


    Hay quién vivió en un mundo en constante tránsito, aventura y riesgo y su sueño era descansar, al fin, en un solo lugar bajo la carpa del circo. La muerte, a diferencia de la existencia, no es una etapa, sino un final, lo que nos aseguraría, en cierta manera, el cumplimiento del sueño eterno. Pero como los seres apasionados evolucionan y son cambiantes, pueden empezar a construir su sueño, pero no cumplirlo, como este panteón de Ángel Cristo cuyos restos, finalmente, descansan en Madrid.

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El panteón de Ángel Cristo en el cementerio de Valencia.

   Lo único que sabemos es que una vez dado este paso no es posible regresar y lo único que podemos hacer es dejar constancia de ese deseo en la lápida que nos cubre como una obra de arte.

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La esperanza de resucitar, al fin, puede hacernos más llevadero el tránsito.


ÁLBUM DE FOTOS.

Cementerio de Valencia

Museo Thyssen-Bornemisza


Museo Thyssen-Bornemisza.

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Museo Thyssen-Bornemisza
 

Una obligada parada en una visita a Madrid, es perderse un buen rato entre las salas del Museo Thyssen-Bornemisza, situado en el palacio de Villahermosa en el paseo del Prado y, casi enfrente, de una de las pinacotecas más prestigiosas del mundo, la del Museo del Prado. Conjuntamente con Caixaforum y el Museo Centro de Arte Reina Sofía, así como otros museos y entidades, menos conocidas internacionalmente, pero no por ello carentes de interés: Museo Naval, Museo de las Artes Decorativas, Museo Postal, Real Observatorio Astronómico, Real Jardín Botánico, Museo Nacional de Etnología o el Museo del Ferrocarril, forman un entorno lleno de opciones culturales que son una excelente disculpa para alargar cualquier estancia en la ciudad de Madrid. Hablaremos de estos lugares en otra ocasión, ahora haremos una pequeña visita al Museo Thyssen.

El museo, ofrece diversas exposiciones temporales dentro de su programación, que varían a lo largo del tiempo y que son de un enorme interés. No podemos pararnos en ellas porque, obviamente, dependen de cada momento. Sin embargo, la colección permanente del museo merece la pena su visita.  El itinerario recorre desde la pintura antigua hasta el siglo XX, recogiendo en la visita, algunas de las obras más representativas de cada época.   

Entre las pinturas antiguas, nos encontramos maravillosos retratos de personajes, como el de Giovanna degli Albizzi de Doenico Ghirlandaio (h1489), paisajes campestres o urbanos, como la maravillosa Piazza Navona de Roma de Caspar Adriaansz (1699). El recorrido desde la pintura antigua hasta el siglo XVIII, incluye nombres como el de Alberto Durero, Canaletto, El Greco, Ribera, Caravaggio, Rubens, etc. Es decir, que contiene obras de los autores más reconocidos de la historia de la pintura universal.

LA PINTURA CLÁSICA.


Juan de Flandes - lamentación sobre cristo muerto h1500


Álbum de fotografías (del medievo al siglo XVIII).

LA PINTURA DEL HASTA EL SIGLO XVIII.

La colección de pintura del siglo XIX es una maravilla, las obras recogen los diversos movimientos surgidos durante ese período: Romanticismo, Naturalismo, Realismo, Impresionismo y los movimientos posteriores. Corot, Renoir, Monet, Degas, van Gogh, Morisot, Pissarro, Gauguin y otros pintores, nos permiten adentrarnos en la enorme sensibilidad de la pintura del siglo XIX que recorre desde la vuelta al ideal de la antigüedad clásica, como la experimentación con los volúmenes, los colores, la percepción humana del entorno y la composición de la obra pictórica en nuestra mirada y en nuestra mente. En esta planta, es fácil quedarse atrapado en los paisajes de Pissarro, el movimiento contenido de las bailarinas de Degás, la delicadeza de las figuras de Berta Morisot o construyendo el paisaje en la retina en los cuadros de Renoir.

Museo Thyssen-Bornemisza (siglo XIX)

LA PINTURA DEL SIGLO XX.

El recorrido por la pintura del siglo XX, es el mejor final para terminar con un paseo por la historia de la pintura universal. La vuelta al volumen en la pintura a través del cubismo, pero ahora de una manera más abstracta y conceptual y el uso de las perspectivas más extrañas y rompedoras reflejado en obras de Picasso, Braque, o Juan Gris; la pintura del mundo interpretada a través del alma, que puede constatarse en los pintores expresionistas como Emil Nolde, etc. El siglo XX da cabida a nuevas vanguardias: la abstracción, el trabajo con los distintos materiales, movimientos como el dadaísmo, el surrealismo o el arte pop. Todas estas maneras de concebir el arte, tienen su espacio en el museo, y es fácil quedarse atrapado ante la mirada del Dr. Haustein de Christian Haustein, sentir un cierto desasosiego ante la chica del cuadro de Edward Hopper “Habitación de hotel” o entornar los ojos ante los reflejos hiperrealistas de las cabinas telefónicas de Richard Estes. Abstracción, surrealismo, expresionismo, figuración, etc., todo tiene su espacio en el museo, como si se tratase de un resumen deliberado de la historia de la pintura desde el siglo XIII a nuestros días.

Museo Thyssen-Bornemisza (siglo XX) 


AULA DIDÁCTICA DEL MUSEO.

El museo, tiene también una visión pedagógica interesante, recogida en una iniciativa denominada “Lección de Arte”, en la que se puede participar. Esta dinámica nos permite recoger ideas y visitar el museo de distintas formas, haciendo una lectura diferente en cada ocasión. Por último, es de agradecer la política del museo, que permite realizar fotografías sin flash de la colección permanente, lo que hace posible compartir esta visita de una manera más ilustrada y acercar estas obras a todas aquellas personas que por la distancia u otros motivos no pueden visitar el museo, además de animar a muchos a visitarlo y poder disfrutar de un excelente resumen de la historia de la pintura a través de los siglos, en su recorrido por las diversas salas.



LECCIÓN DE ARTE

El recorrido por algunas salas del museo es, en cierta medida, un viaje por un laboratorio creativo donde, se traspasan las dimensiones clásicas de una obra pictórica tradicional, y es posible descubrir diferentes proyectos realizados con las técnicas más actuales, donde tienen cabida la tecnología, lo temporal, o los materiales más diversos, dotando al museo un carácter más actual y acercándolo al arte más vanguardista y contemporáneo.

Museo Thyssen-Bornemisza (lección de arte)
Museo Thyssen, Lección de Arte.


Sendero del Tejeduelo



Yendo de Madrid a Galicia, hay múltiples lugares donde es posible (y recomendable) perderse por unos instantes, como es el sendero del Tejedelo, en la comarca de la alta Sanabria, en el municipio de Lubián. En este caso, nos encontraremos en un bosque de tejos, un árbol que en este paraje tiene ejemplares milenarios. Para llegar a estos ejemplares, hay que subir una primera pendiente y adentrarse en un entorno de robles y acebos donde comenzaremos a encontrar las primeras manchas más oscuras de los tejos. Conforme seguimos por el bosque, realizando un recorrido circular, llegamos al bosque de tejos, donde encontraremos casi un centenar de estos árboles con más de mil años de antigüedad.

El tejo, (taxus baccata, es su nombre científico), es un árbol que es habitual encontrarlo en cementerios. Es considerado un símbolo de la vida y a muerte debido a su longevidad y a su veneno, ya que en él, salvo la envoltura de sus bayas, todo es venenoso.



Debido a larga vida, sus extrañas formas y su potencial venenoso y curativo, ha sido un árbol considerado sagrado para el pueblo celta, cuyos druidas lo utilizaban en algunos de sus rituales mágicos. En algunas obras antiguas, como La Guerra de las Galias, se hace referencia a la muerte del jefe Catuvolcus, que se quitó la vida al ingerir una infusión elaborada con la corteza de este árbol. El mismo emperador Claudio lo consideraba un antídoto contra la mordedura de algunas serpientes. También fue un árbol sagrado para los antiguos astures y cántabros, pueblos del norte peninsular, que también conocían sus virtudes. De hecho, los guerreros cántabros, en sus luchas contra los romanos, podían llegar a ingerir un brebaje preparado con hojas de este árbol para suicidarse en caso de caer en manos del enemigo.




Sendero del Tejedelo
 

El tejo, tiene un color verde intenso y favorece la humedad del aire, suaviza la temperatura ambiente y es un excelente refugio para los animales. Los ejemplares son machos y hembras y los pájaros fecundan los árboles transmitiendo el polen.

Fortificaciones de la Sierra Norte de Madrid



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Fortificación del Frente Nacional de la Guerra Civil en Piñuecar (Sierra Norte de Madrid).

La Sierra Norte de Madrid, también conocida como “Sierra Pobre” es, sin duda, la zona menos desarrollada y menos conocida de la provincia. Es cierto que económicamente es la menos desarrollada, pero posiblemente se deba más a la mala gestión y la falta de ideas de los políticos de las distintas administraciones (central, autonómica y municipal), que a lo largo del tiempo no han sabido y, seguramente tampoco han querido, desarrollar este territorio de una manera inteligente y sostenible y acorde con el maravilloso paisaje que posee. El sobrenombre de “Sierra Pobre” no la hace justicia. Su mayor riqueza son el paisaje y el agua, sin olvidarnos de sus pequeños pueblos ni de sus gentes. Su territorio lo recorre de extremo a extremo el río Lozoya y sus embalses: Pinilla, Rio Sequillo, Puentes Viejas, El Villar y el Atazar, que dotan a Madrid de una de las mejores aguas del mundo. Estos embalses, que aportan al paisaje de una singular belleza, nos muestran también, algunas de las obras de ingeniería más interesantes de la provincia, como las presas del Pontón de la Oliva y el Villar, ambas del siglo XIX y la presa del Atazar del siglo XX. Todos estos serían suficientes motivos para adentrarse por estos parajes ahora en primavera, y dejarse llevar por la explosión de colores de esta estación, pero hoy os voy a sugerir un recorrido diferente. Antes os dije que no había que olvidarse de los pequeños pueblos ni de sus gentes; pues bien, existen multitud de iniciativas interesantes en la Sierra Norte y aquí os mencionaré una de ellas: las rutas de los fortines de la Guerra Civil. En esta zona, hay varias que recorren las fortificaciones, tanto de la Zona Roja como del Frente Nacional.


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Estos paseos pueden hacerse libremente pidiendo información en los pueblos vecinos, que suelen tener folletos al respecto, pero yo os aconsejo que efectuéis una visita guiada por alguien del lugar, lo que os permitirá moveros fácilmente por el territorio sin preocuparos del mapa ni de las indicaciones, adentraros más en la historia de la zona y, sobre todo, disfrutar de una manera distinta del paisaje y de lo que nos muestra. Una buena opción es ponerse en contacto con el Bar Social de Piñuecar, donde os facilitarán una visita guiada del Frente de Trincheras de la zona Piñuecar-Gandullas a un precio muy asequible. Si la guía es Rosa, disfrutaréis de una investigadora incansable que os enriquecerá la visita con sus amplios conocimientos y su agradable conversación y, seguramente, os contagiará su amor por esta zona y por la enorme riqueza que contiene. También es posible completar la visita comiendo en el bar de Piñuecar donde la amabilidad y el buen trato están asegurados y podréis disfrutar de un menú serrano que ofrece la excelente calidad de los productos de la zona en un entorno natural privilegiado.

Federico Ponte.

Piñuecar, fortificaciones de la Guerra Civil

Quinta Torre Arias (Madrid)

Parque de Torre Arias. Desde hace un par de años (2016), los madrileños podemos contar con otro parque de recreo, pero con ciertas ca...